7- Del desierto del Sinaí a Nuweiba (Mar Rojo)

-Viajamos hacia Israel y Jordania por la carretera del Sinai a Nuweiba:

Hemos dejado los Oasis cercanos al Monte Santo (Sinaí o bien Horeb) y ahora seguimos camino hacia la Tierra Prometida, 

aquí pueden leer lo que las Agencias de Turismo brindan para el itinerario de 110 kms que nos separa del Mar Rojo, en el Golfo de Aqaba, para poder dirigirnos a Israel o Jordania:

…” Una de las excursiones más conocidas es la que lleva desde Nuweiba hasta el monasterio de Santa Catalina, que suele incluir excursiones paralelas a Nawamis, donde pueden visitarse cámaras funerarias de comienzos de la Edad del Bronce. 

Entre otras paradas, está la visita a «la piedra de las inscripciones», que presenta antiguos textos pertenecientes a civilizaciones de épocas diversas.

Entre otras excursiones, pueden hacerse rutas en camello, algunas de entre tres y cinco días, para disfrutar de las maravillas del desierto. Sin embargo, quienes prefieran descansar cada noche en la comodidad del hotel, normalmente pueden contratar estos mismos recorridos para un solo día, en todoterreno.

Las rutas por el cañón de colores y por el oasis de Ain Hudra (la bíblica Jaserot) lo llevan a jardines de palmeras y parajes majestuosos; el oasis de Ain Um Ahmad, por su parte, constituye el oasis más bello y grande del sur del Sinaí. 

Allí los beduinos cultivan árboles frutales, como naranjos, almendros, melocotoneros, higueras y palmeras de dátiles, y aran la tierra para cosechar maíz, trigo y hortalizas….”

En la peregrinación del Sinaí a Israel y Jordania viajamos por carreteras durante los 110 kms que separan el Monte Sinaí de Nuweiba, atravesando el inmenso desierto del Sinaí (o Desierto de Paran, según la Biblia) hasta llegar al Puerto de Nuweiba, en el Mar Rojo, frente a las costas de Arabia Saudí. 

Allí se toma ya la carretera que conduce a la frontera de Israel y Jordania para seguir “La Ruta del Exodo” hacia el Monte Nebo, pasando por las tierras de Edom, Moab, Amon, Galaad y Basan. pueblos a los que Moisés y Josué tuvieron que enfrentarse en su camino a la Tierra Prometida.

- NUWEIBA, EN LA COSTA SUR DEL SINAÍ 

El puerto de Nuweiba, conocido también como Nuweiba Muzeina, fue en origen el destino estival de la tribu beduina Muzeina, hasta que la construcción del puerto en 1985 atrajo a empresas y trabajadores de todo el país. Esta explosión animó al clan Muzeina a establecerse aquí de manera permanente y, hoy en día, siguen siendo los arrendatarios de muchos comercios y otros negocios.

La zona urbana de Nuweiba señala la frontera tribal entre las tribus beduinas de los tarabin y los muzeina. Todavía hoy, cada tribu beduina respeta el territorio de las otras.  El puerto de Nuweiba ofrece la posibilidad de hacer compras libres de impuestos, una oportunidad que no deberá perderse ningún buscador de gangas.

En este puerto se puede tomar un ferry que directamente nos lleva a Jordania, evitando así el doble paso de fronteras (de Egipto a Israel, y de Israel a Jordania); todo ello en pocos metros de distancia, en la ciudad fronteriza de Aqaba. Si el grupo de peregrinos viaja en el ferry de Nuweiba a Jordania, llega directo en poco tiempo a la frontera jordana, y hechos los largos trámites fronterizos, se sigue por la carretera que desde Aqaba lleva hacia Aman.

En Nuweiba nos encontramos también en el puerto con grandes grupos de peregrinos musulmanes que van a La Meca, atravesando el Mar Rojo; acostumbran a ser familias con menos recursos económicos que viajan en Bus por el desierto desde El Cairo y toman un buque en Nuweiba para llegar a las costas de Arabia Saudí y desde allí seguir por carretera hacia La Meca. Estos peregrinos visten ropas de color blanco.

Tarabin, al norte de Nuweiba, consta de un denso palmeral, una cala de aguas pocoprofundas y las ruinas de un fuerte turco. El pozo que hay en el interior de las ruinas lleva siglos abasteciendo de agua dulce a los beduinos que viven aquí.

 Tarabin posee una atmósfera maravillosa y estimulante, con restaurantes y bazares agrupados que ofrecen una experiencia alegre y colorida de aroma beduino. Los restaurantes están decorados al estilo beduino, con alfombras y cojines que brindan confort y autenticidad.

 La zona urbana queda entre Tarabin y las Dunas, y allí el visitante se sumergirá en un centro animado donde encontrará de todo, como las tradicionales tahonas que venden pan de pitta caliente, bazares y restaurantes.