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En el corazón de la Tierra Santa está ISRAEL, la Tierra Prometida con Jerusalén como su eterna Capital.

sábado, 8 de agosto de 2015

6- El becerro de oro y perdidos en el desierto

Los peregrinos que quieren seguir la Ruta del Exodo, terminada la visita al Monte Sinai y al Monasterio de Santa Catalina (lugar de la Zarza  Santa donde el Señor habló a Moisés y le dio una misión y donde está el Pozo de Moisés...)
 normalmente siguen hacia la frontera de Israel y Jordania (Aqaba) para continuar el itinerario de Moisés hacia el Monte Nebo donde murió Moisés y desde lo alto del Monte vió la Tierra Prometida pero no entró en ella... fue su sucesor Josué quien condujo al Pueblo de Israel.
 Algunos valientes peregrinos, amantes de los misterios del desierto, antes de seguir hacia Israel y Jordania, dedican unos dias a recorrer una parte del inmenso desierto de Paran, desierto donde ocurrieron graves acontecimientos que la Biblia nos narra.  
Nosotros vamos a intentar seguir estas pistas del desierto con sus Oasis y sus Wadis, para comprender algo de lo que supone andar años y años perdidos por el desierto...
                                  Vean este Mapa del Sinai:
Del Sinai a Qadés Barnea (vagando por el desierto 38 años)
Moisés, el amigo de Dios, estaba en el Monte Sinaí: allí recibió los 10 Mandamientos, las 10 Palabras de Vida que escribió sobre piedra como leemos en la Biblia: “Y cuando el Señor terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios”. (Exodo 31, 18)
Wadi el-Ráhah
-Wadi El- Raha. De acuerdo a las tradiciones de la zona donde los israelitas acamparon y el becerro de oro se forjó (Éxodo 32)
Dos años permanecieron los hebreos liberados de la esclavitud del Faraón en los llanos cercanos al Monte Sinaí, en los diferentes oasis y valles, entre ellos: el Wádi ed-Deir al nordeste, el Wádi el-Lega al suroeste y la extensa llanura de Wadi el-Ráhah al norte separan este macizo montañoso de los adyacentes
Según la cronología bíblica, los israelitas abandonaron Egipto el día 15 del primer mes, (el 15 de Nisan, la Pascua) en el año 1.491 aC.
Acamparon en el mes tercero al pie del monte Sinaí, lugar en el que recibieron la ley, edificaron el santuario del desierto e instituyeron sus servicios típicos cuyo propósito era darles a conocer la Alianza y cumplir la promesa divina de conducirles a la Tierra Prometida. Esa era la preparación necesaria para entrar en la tierra prometida.

Oasis de Ein Koudra (nombre actual)
Durante casi dos años habían acampado alrededor del monte de la Ley, cuando les llegó el mensaje:
 "Habéis estado bastante tiempo en este monte. Volveos e id al monte del amorreo... entrad y poseed la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres" (Deut. 1:6-8).
Oasis de Ein Koudra (nombre actual)
Comenzó entonces la marcha hacia Canaán, y en once días habían llegado a Qadés-Barnea, en la franja sur de la frontera con la tierra prometida. El plan de Dios era introducirlos directamente allí.
 "Dios les había dado el privilegio y el deber de entrar en la tierra en el tiempo que les señalara; pero debido a su negligencia voluntaria, se les había retirado ese permiso"
"No era la voluntad de Dios que Israel peregrinase durante cuarenta años en el desierto; lo que él quería era conducirlo a la tierra de Canaán y establecerlo allí como pueblo santo y feliz. Pero 'no pudieron entrar a causa de incredulidad'
 Pero pronto surge la duda sobre si Moisés está vivo, si ha desaparecido…Aquellos hebreos que provenian del Egipto de los Faraones y sus dioses de impresionantes formas, entran en un tiempo de crisis y de alejamiento de Dios. Así lo narra la Biblia: Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.(Exodo 32, 1). Y surge la apostasía de los hebreos, quieren “tocar”, quieren “ver” a un ídolo como los que habían dejado en Egipto… de ahí que le pidan a Aaron: “haznos un dios que vaya delante de nosotros”.
Vean esta curiosa foto, los beduinos del desierto dicen que aquí es donde pusieron el idolo llamado el "becerro de oro" que tanto disgustó al Señor:

El becerro de oro

Exodo 32: 1 - Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y Aarón les dijo: Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que tenían en las orejas y los llevaron a Aarón. Y él los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición.
 Y ellos dijeron: Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto. Cuando Aarón vio esto, edificó un altar delante del becerro. Y Aarón hizo una proclama, diciendo: Mañana será fiesta para el Señor. 
Y al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron holocaustos y trajeron ofrendas de paz; y el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
Entonces el Señor habló a Moisés: Desciende pronto, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido. Bien pronto se han desviado del camino que yo les mandé. Se han hecho un becerro de fundición y lo han adorado, le han ofrecido sacrificios y han dicho: “Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto.” Y el Señor dijo a Moisés: He visto a este pueblo, y he aquí, es pueblo de dura cerviz. Ahora pues, déjame, para que se encienda mi ira contra ellos y los consuma; mas de ti yo haré una gran nación.
Entonces Moisés suplicó ante el Señor su Dios, y dijo: Oh Señor, ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo, que tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?  ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: “Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la faz de la tierra”? Vuélvete del ardor de tu ira, y desiste de hacer daño a tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, y les dijiste: “Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a vuestros descendientes , y ellos la heredarán para siempre.” Y el Señor desistió de hacer el daño que había dicho que haría a su pueblo.

Moisés rompe las tablas del testimonio

Entonces se volvió Moisés y descendió del monte con las dos tablas del testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por uno y por el otro estaban escritas. Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. 
Al oír Josué el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Hay gritos de guerra en el campamento. Pero él respondió: No es ruido de gritos de victoria, ni es ruido de lamentos de derrota; sino que oigo voces de canto.
Y sucedió que tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas; y se encendió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte. Y tomando el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los hijos de Israel la bebieran.

Castigo del pueblo

Entonces dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado? Y Aarón respondió: No se encienda la ira de mi señor; tú conoces al pueblo, que es propenso al mal. Porque me dijeron: “Haznos un dios que vaya delante de nosotros; pues no sabemos qué le haya acontecido a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.”  Y yo les dije: “El que tenga oro, que se lo quite.” Y me lo dieron, y lo eché al fuego y salió este becerro.
Y viendo Moisés al pueblo desenfrenado, porque Aarón les había permitido el desenfreno para ser burla de sus enemigos se paró Moisés a la puerta del campamento, y dijo: El que esté por el Señor, venga a mí. Y se juntaron a él todos los hijos de Leví. ... Y Moisés dijo: Consagraos hoy al Señor, pues cada uno ha estado en contra de su hijo y en contra de su hermano, para que hoy El os dé una bendición.
Y sucedió que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, y yo ahora voy a subir al Señor, quizá pueda hacer expiación por vuestro pecado. Entonces volvió Moisés al Señor y dijo: ¡Ay!, este pueblo ha cometido un gran pecado: se ha hecho un dios de oro. Pero ahora, si es tu voluntad, perdona su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito. Y el Señor dijo a Moisés: Al que haya pecado contra mí, lo borraré de mi libro. 
Pero ahora ve, conduce al pueblo adonde te he dicho. He aquí, mi ángel irá delante de ti; mas el día que yo los visite, los castigaré por su pecado. Y el Señor hirió al pueblo por lo que hicieron con el becerro que Aarón había hecho.”
·         En nuestros días las Agencias de Viaje ofrecen itinerarios por el desierto del Sinaí, tanto en vehículo 4x4 como en camellos y también en algunos tramos a pie. He aquí la oferta de la Agencia Pretty Tours para realizar estos itinerarios en el desierto del Sinai:
·         “Saliendo del Monasterio de Santa Catalina nos dirigimos a Wadi Hydra (un viaje en bus de alrededor de una hora) donde allí nos esperan los camellos, que serán guiados por expertos beduinos, señores del desierto y nos llevaran al Oasis de Ein Koudra. De allí, en una caminata de 3 horas llegaremos al lugar de enterramiento del tiempo del Exodo, donde dejaban a los hebreos que iban muriendo en el camino.
·         En este itinerario descubriremos la forma de vida de los beduinos del desierto del Sinai y también sus tradiciones que reflejan lo que se describe de la vida de los hebreos según leemos en los libros de Exodo y Números.
·         Luego nos dirigiremos a Wadi Gazala (Valle de las gacelas), siguiendo los pasos de los hebreos que andaban de oeste a este hasta llegar al Jabel Baraka (Monte de las bendiciones), donde Moisés bendijo al Pueblo en su camino.
·         Seguiremos al Oasis de Ein Um Ahmad lugar considero por los biblistas adecuado para poder permanecer allí durante un tiempo prolongado, tendremos una caminata de seis horas…

 de allí en Bus iremos a la ciudad portuaria del Mar Rojo Nuweiba.
·         (ver www.prettytours.com. Itinerario: Pasos extensión Moisés: MOS 001)
 De Egipto a Canaán había un corto trayecto, inferior a los 400 Km. Caminando una media de 15 kilómetros diarios, la habrían alcanzado en menos de un mes. No obstante, haciendo el trayecto en línea recta, se habrían de encontrar con los hostiles Filisteos, y debido a su falta de fe en Aquel que había prometido pelear las batallas en lugar de ellos, el Señor tuvo que conducirlos a lo largo de un gran rodeo (ver Éx. 13:17 y 18). No pudieron entrar en la tierra prometida hasta tanto no hubieron aprendido las lecciones de la victoria y la liberación por la fe. Su primera lección vino en el Mar Rojo (ver Éx. 14).

"En aquellos días el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los ancianos" (Num 11, 25). 

Allá en el desierto, Israel fue testigo de mil prodigios. Uno de ellos fue el de la nube, que les servía de sombra durante el día y de luz durante la noche. A veces descendía hasta el mismo campamento y se posaba sobre la Tienda. A través de la nube el Señor manifestaba su presencia en medio del pueblo, le animaba y le protegía. En este pasaje Dios está cerca de los ancianos que ostentaban la autoridad en el pueblo. Llevado del gran amor que tenía a los suyos, les confiere a quienes habían de regir a Israel parte del espíritu que Moisés poseía. Ante el asombro de la multitud, aquellos hombres comenzaron a profetizar, a cantar alabanzas a Dios con palabras inspiradas, con un lenguaje arrebatador. Dios no se cansa de volcarse en mil detalles de amor, no ceja en su empeño de mostrar a Israel su fuerza, intentando así conquistar su confianza, ganarles el corazón. 


 En Qades-barnea su fe se tambaleó. Fueron a Moisés y le propusieron que enviara espías a fin de que investigasen si la tierra era buena y si iban a ser capaces de poseerla. Su petición evidenciaba que no creían a Dios, pero les fue concedida, de la misma forma en que sucedió más tarde, cuando pidieron un rey. Se eligió una comisión de doce hombres.
Tras cuarenta días de reconocimiento regresaron con muestras de los frutos, e informaron sobre la buena tierra que realmente era. La comisión se dividió, y diez declararon que no serían capaces de poseer la tierra. Dejando a Dios fuera de sus cálculos y dirigiendo únicamente su atención a sus propias obras y organización, concluyeron que la empresa era inalcanzable. Su informe trajo gran desaliento y el pueblo lloró y amenazó con designar un capitán que los llevara de nuevo a Egipto.
"Jamás les había mandado el Señor que subieran y pelearan. No quería él que obtuvieran posesión de la tierra por la guerra, sino mediante la obediencia estricta a sus mandamientos"
Debido a su rebelión, se encendió la ira del Señor, y sentenció que ninguno de aquellos que al salir de Egipto tenía una edad igual o superior a los veinte años entraría en la tierra prometida, con la excepción de Josué y Caleb, "por cuanto lo ha animado otro espíritu y decidió ir detrás de mí".
"En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y cargarán con vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días que empleasteis en reconocer la tierra, cargaréis con vuestras iniquidades: cuarenta años, un año por cada día. Así conoceréis mi castigo" (Núm. 14:32-34).
¿Cuál era el propósito inicial de Dios; propósito que se vio obligado a modificar cuando Israel se rebeló? Era llevarlos directamente a la tierra prometida. Pero ellos claudicaron e intentaron entrar por sus propios esfuerzos, siendo derrotados por los amorreos (ver Deut. 1:41-44).
"Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como el Señor me había dicho, y durante mucho tiempo estuvimos rodeando los montes de Seir. Entonces Yawhe me dijo: 'Bastante habéis rodeado este monte: volveos al norte'" (Deut. 2:1-3).
El "mucho tiempo" que estuvieron acampados alrededor de los montes de Seir, vino a convertirse en 38 años. Entonces recibieron un mensaje similar a aquel otro que les llegó estando acampados al pie del Sinaí, justo antes de que alcanzaran Cades-barnea: "Bastante habéis rodeado este monte: volveos al norte". Se trataba de otro llamamiento a entrar en la tierra prometida, separado 38 años del primero. Este debió ser un mensaje animador para los cansados peregrinos, y bien podemos imaginar que llenó de alegría el campamento. Significaba que su peregrinaje por el desierto tocaba a su fin, y que la tierra prometida no estaba ya muy lejos. Llegaron rápidamente a las orillas del Jordán, si bien desconocemos el tiempo exacto que les tomó.
Cuando estuvieron acampados en Qades-barnea, "murmuraron en sus tiendas" y en sus hogares, y hablaron palabras duras contra Dios y contra Moisés. El Señor lo oyó todo. "He oído las querellas de los hijos de Israel que de mí se quejan" (Núm. 14:27; ver también Sal. 106:24-26). "Sin embargo, no quisisteis subir, sino que fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, vuestro Dios" (Deut. 1:26, 32).
"¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad" (Heb. 3:17-19).
"Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado" (Heb. 4:1).
Cuando Israel, estando en la frontera misma de la tierra prometida, se volvió atrás al desierto debido a su incredulidad, eso fue el comienzo de un regreso hacia Egipto. Estuvieron los siguientes 38 años vagando por los montes de Seir. Ni llegaron a regresar a Egipto, ni avanzaban hacia Canaán. Se mantuvieron en una situación estacionaria. Hechos 7:39 nos dice que "en sus corazones se volvieron a Egipto".
Caleb y Josué tuvieron que pasar todos esos años en el desierto aún sin tener culpa alguna en ello. No obstante, su única esperanza de alcanzar la tierra prometida consistía en permanecer fieles al movimiento y la organización. Si hubieran intentado iniciar otro movimiento llamando a los fieles y buscando un atajo, habría terminado en desastre, ya que la columna de fuego de noche y la nube de día dirigía al movimiento original de regreso al desierto, permaneciendo con él allí, durante su peregrinaje. Si bien se habían rebelado contra el Señor, seguían siendo su pueblo escogido de entre toda la tierra. "Aún amó a su pueblo; todos los consagrados a él estaban en su mano" (Deut. 33:1-3). La única esperanza de participar de ese amor consistía en permanecer en comunión y lealtad al movimiento y a su dirección.

El monte Sinaí está en Horeb. Y que desde Horeb hasta Qades-barnea que era la entrada a la tierra prometida, había una jornada de unos 11 días. Ahora, Israel pasó por 38 años peregrinando cuando debió haber pasado solamente 11 días para entrar en la tierra prometida. Y todo, por causa de su incredulidad.

Deuteronomio 1.  El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: ``Bastante habéis permanecido en este monte.… ``Volveos; partid e id a la región montañosa de los amorreos, y a todos sus vecinos, en el Arabá, en la región montañosa, en el valle, en el Neguev, y por la costa del mar, la tierra de los cananeos y el Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.…
Partimos de Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que visteis, camino de la región montañosa de los amorreos, tal como el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades-barnea. Y os dije: ``Habéis llegado a la región montañosa de los amorreos que el SEÑOR nuestro Dios va a darnos.
Misión de los doce espías
Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: ``Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos…
Y ellos partieron y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra. Tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron un informe, diciendo: ``Es una tierra buena que el SEÑOR nuestro Dios nos da.
Sin embargo, no quisisteis subir, y os rebelasteis contra el mandato del SEÑOR vuestro Dios. Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: ``Porque el SEÑOR nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos.…
Pero con todo esto, no confiasteis en el SEÑOR vuestro Dios, que iba delante de vosotros en el camino para buscaros lugar dónde acampar, con fuego de noche y nube de día, para mostraros el camino por donde debíais andar
El castigo de Dios
Entonces oyó el SEÑOR la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo:``Ninguno de estos hombres, esta generación perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres,…"
. 
Su marcha fue cambiada en peregrinación y llegaron a ser simplemente extranjeros y peregrinos en ese desierto. Este es el resultado triste
 Dios había dicho que era una tierra buena. Y los espías salieron y estuvieron de acuerdo que era una tierra buena. Los espías dijeron que había gigantes en la tierra. Pero Dios había dicho que El se encargaría de los gigantes porque El capacitaría a Israel. Pero, no creyeron a Dios.
Dios les dice claramente que toda la generación que llegó a Qades-barnea y que volvió en incredulidad, moriría. Sus huesos todavía estaban allí en el desierto, poniéndose blancos en el sol, o desintegrados en la arena. Una nueva generación entera se había levantado. Dios ahora está hablando a esta nueva generación por medio de Moisés. Esta nueva generación debe aprovecharse de esas experiencias de sus padres. Deben aprender de ellas para su propia entrada en la tierra prometida. Hay solamente dos hombres que quedan de la vieja generación, dos hombres a los cuales se les permite entrar en la tierra prometida y ellos son: Josué y Caleb.

3 comentarios:

  1. Jose Loayza, no era una mala brújula. Ya todo ese itinerario estaba dentro de los planes del Señor paracon su pueblo Israel. Dios fue quien permitió que ellos pasaran 40 años andando en el desierto, pero fue para dejarles una gran enseñanza: sustentarlos en ese lapso de tiempo donde susvestidos no se envejecieron ni su pie se hinchó, es decir, su ropa y calzado iba creciendo con ellos. Además, les dio maná del cielo para alimentarlos, envió codornices para darles su carne, los guio como nube en el día y columna de fuego en la noche, y agua de la roca les dio en el desierto.

    En pocas palabras, fue Dios quien mostró su poder al pueblo israelita para que ellos vieran portentos, señales y milagros, y supieran quién los había sacado de la tierra de Egipto, casa de esclavitud, y nunca se apartaran a diestra ni a siniestra de los caminos del Señor.

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